“He aquí yo hago una cosa nueva; pronto saldrá a luz: ¿No la sabréis? Otra vez haré camino en el desierto y ríos en la soledad” Isaías 43:19

Muchas veces mal interpretamos la palabra soledad, porque pensamos que para estar solos necesitaríamos no rodearnos por nadie, cuando eso sería imposible, puesto que aun para poder comer necesitaríamos comprar la comida de alguien, o para llamar a algún domicilio lo recibiríamos de alguna persona.

Siempre vamos a estar rodados por personas y por supuesto, necesitamos de ellas.

Se me viene a la mente un dicho muy popular que dice “nací solo, y muero solo”, nadie nace solo, nace por medio de una mujer y es procreado por un padre, puesto que siempre vamos a necesitar de personas.

Pero lo que la cita nos quiere mostrar, es que a Dios le agrada abrir ríos en la soledad, y con esto se refiere a nuestra mente, a veces necesitamos despejarla, abrirle ese camino en el desierto, sacar todo eso que nos agobia y nos aflige y descansar plenamente en él. Para de esta manera poder despojarla y sentir la paz sobrenatural que nos regala nuestro padre celestial, y es ahí donde él empieza a hacer las cosas nuevas en cada uno de nosotros.

Además de esto necesitamos encontrar un lugar secreto en donde podamos hablar con Dios sin interrupciones, encontrar esos lugares desiertos en donde Dios nos de un derramamiento de sus rios, de sus aguas y de su luz, para instruirnos en el diario caminar; cuando Jesús vino a la tierra, él se levantaba temprano, cuando aún era muy oscuro, y salia y se iba a lugares desiertos y allí oraba, es decir allí hablaba con Dios (San Marcos 1:35), lo que nos deja ver, que necesitamos estar a solas con Dios, necesitamos esa intimidad con él, para que nuestra relación con él cada vez crezca mas, y además en este versículo, observamos que Jesús se despertaba muy temprano, cuando aun estaba oscuro, por lo que cuando nos despertamos muy temprano, es poque Dios nos está llamando a velar con él en su presencia, a revestirnos de su poder y amor, para que estemos listos para todo lo que ha de acontecer.

Nos es necesario dejar atrás el pasado, para darle lugar a esas cosas nuevas, que no son más que promesas de nuestro Dios. Quien nos regala nuevas oportunidades en cualquier ámbito.

Mi invitación el dia de hoy es que le pidamos a Dios que renueve nuestras mentes, abriendo ese camino en el desierto y ríos en la soledad, para liberarla y poder pensar con claridad y por ende las cosas nuevas llegarán por añadidura; y para que encontremos ese lugar secreto donde hablar con Dios, para que levantemos ese altar para hablar libremente con él ¿Qué dice?