“Respondiendo él, les dijo: Hipócritas, bien profetizó de vosotros Isaías, como está escrito: 
Este pueblo de labios me honra, Mas su corazón está lejos de mí” San Marcos 7: 6

El día de ayer hablando con una amiga muy querida en Cristo Jesús, ella compartía conmigo una cita muy interesante que se encuentra el libro de Números, la cita que me compartió se encuentra en los capítulos 22, 23 y 24 y es acerca del profeta Balaam, cuando el rey Balac lo manda a llamar ofreciéndole muchas riquezas y honra si el profeta accedía a maldecir al pueblo de Israel para el tomar posesión y ganarles en la batalla.

Lo que nos causó curiosidad, fue como el profeta con sus labios le dijo al rey que aunque el rey Balac le llenara su casa con oro y plata, si el mandato de Jehová era que no maldijere al pueblo sino que lo bendijera él no traspasaría la palabra de Jehová.

Y luego encontramos al profeta hablando con Dios, y observamos como Dios le dice a Balaam que si aquellos hombres venían a llamarlo, él le dijo que se fuera con ellos pero que debía hacer lo que él le mandara. Lo interesante pasa seguido porque el profeta hizo a simple vista justo lo que Dios le pidió, el se levanto temprano y tomo su asna y la monto y se dirigía al encuentro con el rey Balac; pero para sorpresa encontramos que Dios se puso furioso porque el profeta iba para ese lugar y envió un ángel para que se le atravesara a mitad del camino, por lo que su asna viéndole le esquivaba y Balaam se puso furioso pues no entendía que el asna quería ayudarlo, y así lucharon tres veces hasta que el furioso la golpeo  y Dios abrió la boca del asna y esta hablo y le explico que ella no lo hacía intencionalmente y fueron abiertos los ojos del profeta y pudo ver al ángel que encallaba una espada y lo podía matar si continuaba.

¿Pero porque digo que esto es interesante o curioso? Bueno si nos detenemos en estos versículos vemos que el profeta Balaam aparentemente estaba haciendo lo que Dios le ordenaba, entonces la pregunta es ¿Por qué Dios tuvo ira? Y ¿Por qué le envió al ángel para que se le atravesara en el camino? Si a simple vista el profeta estaba obedeciendo a Dios; pero no olvidemos que Jehová no es hombre él es nuestro Dios y por eso escrito esta:

Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos,

Ni vuestros caminos mis caminos declara el Señor.

Y esto es porque nosotros no miramos lo que Dios mira, pues muchas veces solo vemos lo que nuestra vista alcanza a percibir, a diferencia de Dios que mira todo inclusive nuestros corazones, él sabe perfectamente cuales son nuestros anhelos, y es por esto, que quizás para cualquiera que lea esta cita a simple vista quizás no entiende el porqué Dios tuvo ira, pero si vemos más allá descubriremos que Dios conoce todo, y sabía cuáles eran los pensamientos ocultos del profeta Balaam, por lo que él lo exhorto.

Si seguimos leyendo vemos que Balaam no le discutió sino que se dio cuenta de su error tanto así que le dijo al ángel que si él quería, el se devolvía por el camino; pero el ángel enviado por Dios le dijo que no se devolviera sino continuara pero que solo iba a declarar la palabra que Dios le mandara.

Amados hermanos ahora volviendo a la cita de hoy, cuando Jesús le dice al pueblo que son unos hipócritas y les recordó las palabras del profeta Isaías donde dice que este pueblo de labios me honra mas su corazón está lejos de Dios.

Ahora hagamos un paréntesis y reflexionemos en nuestro interior, que es lo que de veras buscamos en Dios, si son sus beneficios o lo buscamos a él en espíritu y en verdad. Cuantas veces no hemos sido como Balaam y hemos tratado de acomodar los mandatos de Dios para sacar algún tipo de provecho, ¿Será que de veras estamos en la presencia de Dios?, o solo estamos actuando como adoradores de Dios en palabras pero en los hechos no estamos demostrándole nuestra conversión.

Hoy te invito a mirar como ha sido tu vida delante del Señor, a que le pidamos al Padre eterno que nos enseñe a amarlo no solo como a veces pensamos que está bien, sino a amarlo con nuestras vidas, que aprendamos a ofrecerle el verdadero sacrificio que es con nuestras vidas, que seamos capaces de dejar esas redes como Juan y Pedro lo hicieron en algún momento para seguir a Jesús. No seamos hipócritas solo adornando nuestro exterior para que otros digan que servimos a Dios, cuando en el interior ni siquiera le conocemos, hoy piensa como ha sido tu vida y date cuenta que él Señor no vino a juzgar a nadie, sino  a salvar, a que seamos transformados por su amor puro y sincero, por eso entrégale todas tus cargas a tu Dios, y descubre la verdadera renovación santificando nuestros cuerpos y mentes para el Espíritu Santo.

Hoy los bendigo enormemente y que el Señor pueda corregirnos en aquello que hagamos mal y nos dirija a todos siempre con su luz y podamos encontrar el camino de la puerta estrecha siendo conocidos por nuestro amado Jehová.